top of page

EMPLEADOS DE COMERCIO

El SUEC: balances con superávit

Guillermo Fernández no sale del ensueño. Igualmente adelanta más proyectos.

 

“Todavía no hemos caído, estamos yendo todos los días a la otra sede”, dice Guillermo Fernández, el Secretario General del SUEC. La gran obra de una nueva sede ya es una realidad. Fernández y su gente han pensado en grande. Ahora es momento de repasar, evaluar, concluir: “es una gran satisfacción personal porque siempre quisimos capitalizar el gremio a través de propiedades, y afortunadamente se dio, y fue en muy poco tiempo. Pudimos comprar al contado la propiedad en 2011, empezamos a evaluar los proyectos, y cuando decidimos, comenzamos a trabajar aproximadamente a mediados de 2012. Prácticamente en dos años hemos logrado una construcción que es un orgullo para la comisión y los empleados de comercio, porque en realidad es una obra financiada con los aportes mensuales de todos ellos”, reconoce el dirigente. El total invertido ronda los tres millones de pesos.

Fernández suele ser autocrítico y expresarlo. Cuando se le plantea la funcionalidad de la conducción sindical afirma que “los dirigentes tenemos la obligación de hacer las cosas bien y de demostrarlo. Esto se hizo todo con fondos propios, sin ningún tipo de crédito ni subsidios, llegando al final sin deudas importantes. Pero además, nuestra gran satisfacción es que no hemos cortado ni descuidado ningún beneficio social a nuestros afiliados, que son muchos”. Allí destaca que el SUEC local es “una filial mediana dentro de lo que es FAECYS, pero con servicios de una grande”, si se compara con lo que son los grandes centros urbanos.

Añade que ha sido muy satisfactorio que todo “se hizo con mano de obra y materiales locales –salvo algo muy específico-. En total han trabajado 39 empresas bolivarenses, desde mano de obra a prestadores de servicios, es una forma de dejar el dinero en Bolívar”.

 

La funcionalidad que viene

Ya con ganas de estrenar las nuevas oficinas, Fernández acuerda que se vieron demorados por cuestiones técnicas e informáticas que tienen que ver con la obra social. Asimismo cuenta que “en Olascoaga van a funcionar las dos oficinas del gremio, hay una sala de reuniones que lleva el nombre de Marcelino Mansilla, un pequeño homenaje a quien fuera por muchísimos años nuestro Secretario General”. El edificio cuenta con todas las comodidades, una privada, tres oficinas más, altillo-archivo, “un quincho como para 60 personas y ocho baños, incluso para personas con discapacidades. Se hizo un edificio previendo a futuro la mayor utilidad”.

En tanto en las oficinas de Brown “seguirá funcionando la farmacia, también el quincho para los afiliados. En cuanto a la farmacia se ha pensado en trasladarla hacia adelante”, por lo que ya han iniciado las conversaciones con los dueños, la Asociación Mutual Mercantil Buenos Aires (Centro de Empleados de Comercio de Olavarría).

Sin terminar aún los emprendimientos, ya Fernández adelanta que “a futuro se piensa en un salón de usos múltiples que ocupe el actual quincho, farmacia y patio, para que sea usado por nuestros afiliados y la comunidad. Los proyectos están, después veremos si la situación económica lo permite”.

 

Responsabilidad social y presencia pública

Fernández insiste con que “la función de un dirigente no es conformarse con lo que está, sino de tratar de hacer más. Los hombres pasan y las instituciones quedan, nosotros nos iremos”, por lo que reitera la necesidad de hacer.

El SUEC es un sindicato con fuerte presencia en la comunidad. Después de 20 años al frente del mismo, Fernández entiende que el reconocimiento social existe. Explica que se lo propusieron como meta, pero también analiza que “existe una percepción equivocada de los sindicatos, porque se cree que se está para hacer huelgas, para denunciar o iniciar juicios. Nosotros pensamos que es otra cosa, y de a poco lo hemos desarrollado, con nuestras actividades o nuestra participación en otras instituciones, se observa una gran devolución, e incluso con esta obra hay mucha gente que no tiene nada que ver, y nos ha felicitado. En cuanto las actividades”.

Reconoce Fernández que “para la inauguración vinieron diferentes dirigentes nacionales, como nuestro Subsecretario, José González, no entendía muy bien cómo juntábamos tanta gente a nuestra cena anual, y con personas que pagan la tarjeta. A ellos les llamó la atención que hacemos maratón, ajedrez, pesca y todo lo demás, eso nos puso contentos, porque siendo una organización mediana, es algo muy positivo”. Por todo ello reconoce que “somos una marca registrada, que se ha logrado a fuerza de pulmón, de mucho trabajo y difusión”.

 

Credibilidad y solidaridad

Lo expuesto también tiene que ver con la credibilidad del sindicato. “Lo hemos intentado de ser –sostiene-; desde que estamos aquí intentamos que nadie se haya ido sin respuesta, en su inmensa mayoría se ha ido con una respuesta positiva, aún otorgando algún beneficio que no se contemple en nuestras prestaciones. No hemos eludido excepciones, no dejamos a nadie en banda. Eso la gente nos lo reconoce”.

En muchas ocasiones el SUEC excede su representación gremial, y es consultado por trabajadores de otras áreas. Fernández lo acepta, sostiene que “tenemos consultas de todos, gastronómicos, de servicios domésticos, hasta docentes han venido. Y para nosotros es una gran satisfacción, muchos vienen diciendo que lo hacen porque son atendidos. Hay ocasiones en que debemos reconocer que no conocemos un determinado estatuto, más allá de las consultas bibliográficas o de Internet que podamos realizar. Uno trata de dar una mano desde lo básico”.

Respecto a la situación local, el dirigente constata que existen “alrededor de doscientas empresas registradas, de distintos rubros, con uno o muchos empleados, con cada uno con su realidad distinta. Hay empleados que tienen una relación muy directa con su empleador, casi familiar, lo que dificulta el accionar sindical. Yo lo conozco, porque estuve 24 años en un comercio, con una relación muy cercana, y eso hay que entenderlo”. Paralelamente interpreta que “la relación ha cambiado mucho. Los trabajadores actuales son muy jóvenes, con una gran rotación, lo que no representa un sentido de pertenencia a una empresa, son muy pocos los casos de empleados de larga duración. A eso también hay que acostumbrarse, son cambios importantes”, sostiene.

 

Problemas actuales

Sin dudas Fernández plantea el problema del trabajo en negro, el que “ha existido desde siempre. Más allá de nuestras gestiones, es muy difícil de controlar”, más cuando suele ser “aceptado por el empleado”, ya que “ante nuestras exigencias corre en riesgo un puesto de trabajo, entonces tenemos que ser muy responsables con esa persona. Nosotros intentamos hacerles ver, tanto a empleado como empleador, lo que se pierde por estar en esa situación, sin obra social, sin ART, ni aportes jubilatorios. No pretendemos que se exija sin sentidos, pero sí que se dé un plazo para hacer las cosas de a poco. Un empleador con un trabajador ilegal, se expone mucho”.

Como remate expone la “gran desinformación que existe, más allá de nuestro trabajo de concientización”, a la vez que reclama por la insuficiencia de “una campaña real a nivel oficial; se lo ve en lugares turísticos, pero no en nuestras ciudades. Como anécdota, el Ministro Cuartagno vino a Bolívar a hacer una formación, y después tuvimos una reunión en la que expusimos nuestros problemas como trabajo en negro y durante los feriados; él nos respondió que prefería un trabajador en negro a alguien que no trabaje, eso nos clarificó la situación”, sintetiza Fernández.

  • Wix Facebook page
  • Wix Twitter page

Ciudad de Bolívar - Provincia de Buenos Aires - Argentina - Año 2014

bottom of page