VI Retiro JEFEBA Bolívar

Un problema de planificación

Desde la economía Mariano De Miguel plantea la visión de país, el rol de la dirigencia, la flaqueza de acuerdos macro y la culpabilidad política.

 

Se reunieron en el VI Retiro de JEFEBA los Jóvenes Empresarios de la Federación Económica de la Provincia de Buenos Aires bajo el lema “Herramientas para la conducción”. Los empresarios locales, nucleados en JEBO, fueron anfitriones una vez más.

Entre las distintas disertaciones que se realizaron en el encuentro, se destacan comentarios del economista Mariano de Miguel, Director del Instituto de Economía Aplicada (INSECAP) y Presidente de Sociedad Internacional para el Desarrollo (SID Baires). Luego de su minuciosa disertación, se brindó al diálogo con los presentes. Una pregunta clave es la visión de país.

De Miguel define que principalmente al país le “falta planificación, se ha trabajado mucho de diferentes maneras en la Argentina, eso hubiera dado lugar a poder definir qué sectores innovamos, cuáles se potencian, cuáles no, qué tipos de alianzas necesitamos; de la lectura técnica que se haga, pueden aparecer los políticos. Por ejemplo a Brasil le preocupa la relación con China, el tema es que de las 25 empresas brasileñas más importadoras, son de origen extranjero, por lo que dar la batalla política es complicado”.

Insiste el economista con que en nuestro país “hay un problema de planificación… Y no hay acuerdos entre la dirigencia en un sentido amplio, no solamente gubernamental. ¿Es bueno o no tener una política keynesiana? ¿Es bueno o no el gasto público que tenemos? ¿Tenemos una buena política tributaria o no? Si acordamos que no, ¿cómo la cambiamos?. Analicemos la política de ingresos, o la política comercial externa, ¿está bien o no?. Hablemos de inflación, ¿cuáles son las causas, cómo las remediamos? Después de todo ese abanico debe venir el acuerdo más elemental. Pero si debiera ser abogado del diablo de mi mismo, debemos preguntarnos si ese acuerdo existe en otros países. Surge una gran duda, porque si ves los países que tuvieron gran desarrollo en el siglo pasado, ninguno lo hizo en democracia. Hoy, al ver a Alemania, todo su desarrollo importante se hizo con tasas de inflación entre el 20 y 30% en su primera etapa, y la segunda se da después de la Segunda Guerra Mundial con inflaciones muy bajas. ¿Argentina podría? Creo que no. Algunos dice, aquí no hay seguridad jurídica, hagamos como en China. Puede ser que no la haya, pero los chinos tienen un 50% de todo el sector estratégico en manos del Estado, por lo que invierte la mitad de su PBI. Por lo tanto, todo esto no se resuelve desde lo técnico, desde la economía, sino desde lo político. Queda claro que como sociedad vemos el origen de todos los males en las gestiones gubernamentales, pero no vemos que son también procesos sociales en los que están involucrados todos los actores sociales”, reclamando, quizás, una cuota de protagonismo a la sociedad.

 

Una cuestión que preocupó a los jóvenes empresarios, además del destino del país, fueron la inflación y las relaciones laborales y empresarias. Sobre los desencuentros entre los sectores gremiales, De Miguel expuso que “no es demasiado importante si existe más de una central obrera o no, sino si hay unicidad de criterios en cuestiones fundamentales. Yo miro perplejo lo que ha pasado en la evolución gremial-empresaria de los últimos años, porque cuando llegan momentos muy delicados, casi que no es muy importante la cantidad de centrales, sino los criterios, lo que yo veo muy resquebrajados”.

El economista entiende que si al final del proceso actual, “viene un esquema terriblemente aperturista, de moneda hiperapreciada y de endeudamiento, como tuvimos, yo pienso que, aún concibiendo ese futuro, discutamos la responsabilidad táctica en función de un objetivo estratégico”, campo que excede ideologías, sino de muchos sectores, aduce. Agrega que “muchos actores de la política se han empezado a dar cuenta que lo que parecía un escenario complicado para este gobierno, ya lo es también para la transición, por lo que observo que los temas se ven con más cautela. Pero el diálogo en las organizaciones no existe, ni en las centrales obreras, ni en las empresarias; pero en algún caso, en el límite, puede haber unificaciones como el tema salarial, impuesto a las ganancias y alguno más referente al movimiento obrero”.